...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

domingo, 11 de enero de 2015

25 años sin García Traid

"A mis jugadores les exijo siempre tres cosas fundamentales: trabajo, disciplina en el campo y fuera de él, y llevarse como hermanos, sin camarillas ni roces. 
Todos van a tener su papel en el equipo y quiero que lo defiendan"

José Luis García Traid  (1936-1990)


A los 53 años, hace hoy 25, Don José Luis García Traid nos dejaba trágica e inesperadamente tras una serie de complicaciones en el postoperatorio de una intervención quirúrgica de cirugía plástica en una clínica de Zaragoza, su ciudad natal.
Recuerdo perfectamente aquel día de 1990 y el escalofrío y desconcierto sentido al conocer la noticia, casualmente, a través del Teletexto; aquella "revolucionaria" herramienta informativa de la época; en tiempos en los que sólo la radio podía llegar a igualar en ocasiones, la velocidad informativa que proporciona el internet actual.

Hoy, 25 años después; la figura de José Luis García Traid sigue mereciendo un recuerdo, por mi parte desde este blog, en forma de gracias; pues ocupa, sin lugar a dudas, en la historia de la desaparecida U.D.Salamanca, el primer lugar en forma de méritos y trascendencia histórica entre los entrenadores que dirigieron al club en 90 años.
Llegado a la capital salmantina, de la mano del presidente Don José Luis Paniagua con sólo 36 años; colocó al equipo en 1ª división por primera vez en su historia, y en solo dos temporadas, manteniéndolo entre los grandes con los mejores registros de su historia en primera división; durante sus cuatro primeras temporadas en la élite, hasta su marcha al Real Betis en el verano de 1978.

En 1998, el Dr.Paniagua describía a La Gaceta así su fichaje: "Fuimos Javier Rey y yo a Zaragoza a ficharlo; nos habían hablado muy bien de él. Le preguntamos que si quería entrenar a la Unión y nos dijo que sí. Al día siguiente vino a mi casa para firmar. No hablamos nada de dinero; no puso ningún problema".

Primer equipo de la UDS con el ascenso a 1ª conseguido; formación que se enfrentó al San Andrés en la última jornada del campeonato 1973-74. García Traid en primer término, forma con los jugadores.

Nacido en Zaragoza un 6 de Abril de 1936; Traid fue futbolista en su tierra.
Hijo de futbolista; José Luis se inició en la cantera del Real Zaragoza; y alcanzó el primer equipo en 1955 jugando en 2ª división; fue posteriormente cedido al Levante también para jugar en 2ª (1956-57); llegando a debutar con los maños en 1ª división en la siguiente temporada (1957-58). 
Una grave lesión de rodilla ("Habría ido al mundial de Chile, de no haber sido por aquella lesión" - manifestó en alguna ocasión el aragonés -); puso fin a su carrera como futbolista a la precoz edad de 26 años. 
93 partidos como titular en 1ª división con la camiseta del equipo de su tierra y 6 goles fueron sus números finales de una corta pero meritoria trayectoria como deportista.

En la imagen un joven y sonriente José Luis (como era conocido futbolísticamente como jugador) forma cuarto de pie, en el centro de la imagen, en un once del Real Zaragoza en la temporada 59-60.

Como guinda a aquella prometedora carrera truncada, llegó en Marzo de 1959 la convocatoria para la selección sub'21 (en aquel entonces denominada "promesas") para un encuentro frente a la selección italiana de la misma categoría en el Estadio de Chamartín; finalmente José Luis no pudo debutar; cosa que sí haría años más tarde, en una segunda convocatoria; esta vez para formar parte de la selección absoluta "B" para enfrentarse a la selección francesa de la misma categoría en el estadio de la Romareda; fue un 10 de Diciembre de 1961. España venció por 3-2 y formó con un once integrado por Pesudo, Echeverría, Etura, Reija, Paquito, José Luis (García Traid), Zaballa, Adelardo, Marcelino, Guillot y Bueno.


García Traid viste con la camiseta de la selección nacional "B" en el partido reseñado. Luce quinto de pie por la izquierda. Pesudo, Reija, Echeverría, Etura, Traid, Paquito y Yarza de pie. Zaballa, Adelardo, Marcelino, Guillot y Manolín Bueno, agachados. 
Fue en La Romareda un 10 de diciembre del 61.

José Luis uniformado con la camiseta nacional con la
 que debutó  en las filas de la selección "B" en 1961.

Tras su retirada, cambió pronto las botas por los banquillos; aprobando el título regional de entrenador; y alcanzando el distintivo nacional tras realizar los cursos en Madrid, en 1967.
Aquel futbolista "de banquillo" como lo definieron algunos medios al referirse a su gran capacidad táctica ya en su época de centrocampista; inició su larga andadura como director técnico en el Aragón Juvenil en 1964 cumpliendo dos temporadas; para medrar hacia el banquillo de la S.D.Huesca y el Aragón (equipo considerado filial del Real Zaragoza), hecho este, que le permitió con tan solo 34 años dirigir al primer equipo y debutar en primera división en el Real Zaragoza tras la dimisión de Domingo Balmanya en la temporada 70-71. Un equipo maño en declive, al que dirigió durante 12 jornadas, no pudiendo evitar su descenso a segunda división al final de la campaña.

Recorte de prensa, que encabezaba la entrevista de Marca, 
previa al debut de García Traid en 1ª división, como técnico.

La vuelta al Aragón la temporada siguiente supuso la antesala del fichaje que le catapultó a la élite de los entrenadores nacionales; aquel que en el verano de 1972, en la figura de un desconocido y joven entrenador aragonés le hizo llegar a la Unión Deportiva Salamanca.
Pronto, en aquella primera campaña (72-73), el equipo empezó a despegarse de sus rivales, con grandes registros goleadores y gran juego, de lo que pronto se hizo eco la prensa nacional:


Además, el "librillo" del míster de "antes el equipo que las individualidades", su arenga constante sobre el sacrificio, su fe en el trabajo y su apariencia de hombre sencillo y cordial; cuajaron y de qué manera en Salamanca inicialmente; en una afición que llenaba domingo tras domingo el flamante nuevo estadio Helmántico para ver a ese equipo que arrasaba en 3ª división en la temporada 72-73 y que un año más tarde con prácticamente el mismo bloque se codeó con grandes clubes en segunda división (73-74), para alcanzar, en lo que fue un hecho histórico, la 1ª división en sólo dos temporadas.


Alabador de sus jugadores y viceversa; estos, supieron interpretar a la perfección sus instrucciones y reproducirlas en el césped, manifestándose en su favor, con elogios en muchas de las entrevistas realizadas. 
Era aquella época de luces que fueron los primeros años de la década de los setenta en el seno de la U.D.Salamanca.


Imagen del interior de los vestuarios del Helmántico tras el partido que supuso el ascenso a 1ª división frente al Real Betis Balompié en la 73-74.

Ya en primera, las 4 temporadas bajo la batuta del míster aragonés fueron las cuatro mejores de la historia de la U.D.S.
Equipo menos goleado en la primera de ellas, un 7º puesto en el año del debut, una semifinal de Copa de España; unidas a esa fama bien merecida de equipo luchador, compensado y bien trabajado; ensalzaron pronto la figura de García Traid, reconociendo ya su mérito a nivel nacional.
Llamativa fue la ovación recibida en el Camp Nou en el día del debut en 1ª del equipo charro en el templo blaugrana, que Traid en la prensa culé reflejaba de la siguiente forma:


Banquillo unionista en el Camp Nou el día 27 de Octubre del 74, debut en la máxima categoría de Traid y del conjunto blanquinegro en el estadio blaugrana.

A medida que avanzaron las cuatro temporadas en la máxima categoría, la Unión se asentó en la media tabla siendo capaz de luchar de igual a igual, frente a gigantes "inalcanzables" en otros tiempos, en pos de una plaza que diera lugar a participar en la Copa de la U.E.F.A. más si cabe en las temporadas 76-77 y 77-78 cuando se contó con las dos mejores plantillas de su historia.
Y ese pudo ser, el principio del fin; ese sueño europeo, que se asumió como obligación por parte de una afición que cuestionó a Traid en algunos tramos, sobre todo de la última temporada; la 77-78.

Rinus Michels (entrenador del F.C.Barcelona) intercambia sensaciones con el míster charro en los prolegómenos del UDS-F.C.Barcelona en Marzo de 1975 sobre el césped del estadio Helmántico.

Traicionado en ocasiones por su carácter y su sinceridad, fueron muchos los episodios polémicos que protagonizó en su andadura en la Unión; uno de los más recordados fue el acaecido en Febrero de 1976, el día de la visita del At. de Madrid y la lesión de Fraguas (VER ENLACE), Traid fue sancionado con 5 partidos tras enzarzarse en el tunel de vestuarios con miembros del cuerpo técnico del equipo colchonero; fueron meses duros, los que siguieron al hecho; incluso el aragonés mostraba su opinión, del cambio de percepción hacia los charros:


García Traid ocupa un lugar en la primera fila de la grada del estadio Helmántico en el partido de ida de la eliminatoria de Copa que nos midió al F.C.Barcelona en la 75-76 al estar sancionado tras el altercado en los vestuarios con el delegado atlético el día de la lesión de Fraguas.

Franco en sus manifestaciones siempre, nunca se arrugó, incluso para criticar a los propios aficionados charros; pues nunca entendió -y así lo expresaba- que se pitara a un jugador local: (Así lo hizo tras los silbidos al local Víctor tras el UDS - Sevilla de la 75-76): 
"He dicho en múltiples ocasiones que la afición de la Unión era fenomenal. Pero hoy no puedo por menos que calificarla con un cero. Los jugadores están dando todo lo que tienen, y en estos momentos el equipo necesita moral. Si quieren que el equipo se mantenga; es indispensable su apoyo".

A pesar de estos desencuentros (seis temporadas consecutivas dieron para mucho); tanto la gran mayoría de la afición como los principales jugadores de las distintas plantillas, salvo contadas excepciones, durante aquellas primeras temporadas le mantuvieron siempre su apoyo.
Joao Alves, el que fuera considerado por muchos como mejor jugador de la historia de la UDS; una vez retirado como futbolista y denominándolo "entrenador de jugadores"; decía de él: "Guardo un especial recuerdo de García Traid,  fue  una  etapa  crucial en mi carrera  y aprendí  mucho  de él.  Es una gran persona, y un gran técnico. Se sabía ganar a los futbolistas. Vehemente,  explosivo, se “calentaba”  rápidamente pero se le  pasaba enseguida".

Sin concluir la campaña 77-78 (se hablaba de desgaste), ya se atisbaba que el entrenador no iba a continuar en la siguente; cosa que García Traid confirmó en Mayo.


Cuestionado al anunciar su marcha; sobre sus sentimientos, era claro: 
"Siento dos cosas. Por  un lado, alegría  al  pensar en la labor que he desarrollado  con todo un núcleo de  personas, compuesto por  directivos,  técnicos, jugadores, aficionados...;  alegría  por  el  buen desarrollo  de  las  campañas y las  metas logradas.  Por otra parte,  tristeza;  tristeza al  dejar  a todas  esas  personas  y,  en  definitiva,  a todos  los  amigos.  De todos  modos,  con estas  personas  los  lazos  se  romperán  en cuanto  a lo futbolístico;  pero seguiré  ligado a ellas en el  aspecto  personal,  porque en este sentido  seguirán  siendo,  para  mi, los  mismos  de  siempre".

Así, tentado ya por el Real Zaragoza en 1977; fue definitivamente el Real Betis, el que se hizo con sus servicios en el verano de 1978; poniéndose así final a los que sin duda fueron; bajo la batuta de Don José Luis García Traid, los mejores seis años (1972-1978) de nuestros desaparecidos 90 años de historia.

El Real Betis acababa de descender a 2ª división y su objetivo ineludible, para aquel debut en tierras anadaluzas de García Traid, era el ascenso a primera; con un plantel plagado de buenos futbolistas mantuvo al Real Betis en los primeros puestos, pero una mala racha de resultados mediada la liga, supuso su cese en la jornada 28ª, en la primera ocasión en que el equipo caía por debajo del tercer puesto.
Aquel supuso el primer gran revés de su trayectoria, que no fue el último, manifestando su frustración públicamente, derramando lágrimas ante los medios de comunicación tras aquel cese.


Todavía peor fue su siguiente experiencia; fichado para la 79-80 por el Burgos C.F en 1ª división; puso su cargo a disposición del club 11 jornadas después del inicio del campeonato de liga (su dimisión fue aceptada), cuando el conjunto blanquinegro ocupaba la penúltima posición y acababa de empatar en casa frente al colista; curiosamente su anterior equipo, el Real Betis Balompié, que había logrado finalmente subir a primera al final de la pasada campaña. A pesar del rechazo inicial de los jugadores del Burgos a esta renuncia, la directiva del equipo no dio marcha atrás en su decisión inicial.


Pero a pesar de sus dos experiencias incompletas en Sevilla y Burgos, tras haber salido de la U.D.S en 1978; la oportunidad de su vida estaba aún por llegar.
El siguiente verano, el de 1980, y tras las elecciones a la presidencia del Atlético de Madrid (Vicente Calderón había dimitido tras 16 años en el poder) y la llegada al palco del Manzanares del controvertido Dr. Alfonso Cabeza como nuevo presidente, se le abrió la puerta de un grande; pues Don Alfonso, aragonés como Don José Luis García Traid, pensó en él como primera opción para dirigir a los rojiblancos.


Fichaje, aquel, que colmó las expectativas como técnico de Traid y que le hizo debutar en el Manzanares un 19 de Agosto de 1980, en el VIII trofeo Villa de Madrid.

De forma simbólica y a diferencia de con sus dos equipos anteriores, su nuevo puesto, le permitió volver al estadio Helmántico; esta vez como entrenador rival; fue un 23 de Noviembre de 1980; con un 1-1 en el marcador entre líder y colista, en un partido todavía hoy recordado por el grave error de D'Alessandro bajo palos que costó el empate. En la previa del choque el míster atlético se manifestaba de la siguiente forma: 
«Al  Salamanca  lo  llevo  en  mi corazón.  En él  pasé seis años  inolvidables.  Se  me trató con cariño  y respeto.  Incluso  me he preocupado  de conservar  mi  piso en  esta  ciudad.  Y siempre  estaré dispuesto  a  ayudar  al  club  en  todo  cuanto  se  encuentre  a  mi  alcance. Pero  mañana...».


Aquella temporada 80-81 se mantiene todavía en el recuerdo imborrablemente de la historia de la liga y más si cabe en la memoria atlética, por la forma en que se le escapó a Traid la posibilidad de ganar un título de liga, campeonato que a siete jornadas del final del torneo era virtualmente suyo; un campeonato en el que el Atlético de Madrid fue líder desde la 6ª jornada hasta la polémica derrota en casa frente al Real Zaragoza en la 31ª, a tres semanas del final.

Banquillo del At.Madrid en 1981; con el Dr.Ibáñez, García Traid, Carlos Peña, Jayo y Cachadiñas.

Tándem explosivo el que el At. de Madrid formó en las temporadas 80-81 y 81-82; en ambas temporadas tanto Traid en el área deportiva, como su presidente, Cabeza, estuvieron siempre en la primera línea informativa del deporte nacional.

Un pésimo final, sumado a innumerables polémicas arbitrales (Álvarez Margüenda incluído) y la guerra abierta del presidente Cabeza frente a la Federación; provocaron que aquella gran temporada de Traid en lo deportivo se escapara en dos paupérrimos meses finales para olvidar.


Tras la recordada y polémica derrota en casa frente al R.Zaragoza en Abril de 1981; un hundido José Luis García Traid se manifestaba de la siguiente manera en TVE a la conclusión del choque. Un impagable recuerdo en la imagen y voz del desaparecido gigante maño, hoy, desde aquí, recordado.


Tras aquella campaña, García Traid continuó al frente del Atlético de Madrid y antes de iniciar la pretemporada todo parecía tranquilo.


Hasta que llegó el partido frente al Dinamo de Kiev en el Trofeo Teresa Herrera un 9 de Agosto de 1981, en plena preparación veraniega. 
Tras fallar Dirceu un penalti en la segunda parte, García Traid decide sustituirlo, el brasileño, en un principio no sólo se niega a salir del campo si no que menosprecia al aragonés en su salida.
La discusión, acalorada, continuó en el vestuario al final del encuentro, en el que ambos protagonistas "casi llegan a las manos".
Este hecho supuso, antes de iniciarse la temporada, que la cuerda se rompiera por el lado más débil; en este caso el entrenador; siendo de esta forma Traid cesado antes de iniciarse el campeonato.


Citados a declarar ante la directiva rojiblanca Traid y Dirceu; y como testigos de la trifulca; el Dr.Ibáñez, los masajistas Cachadiñas y Angelín, Carlos Peña y el ex-unionista Balbino; la resolución oficial del conflicto se llevó por delante al entrenador y sancionó duramente a Dirceu al que se le colocó el cartel de transferible.


Para la historia las duras palabras que García Traid reflejó en su informe presentado a la directiva; refiriéndose al altercado con Dirceu en vestuarios: "En esos momentos le hubiera partido la cabeza. Si me lo hubiese propuesto le hubiera dado la paliza de mi vida" (FUENTE: El País).



Tras el rocambolesco cese y todavía envuelto en decepción; la historia todavía tendría un último capítulo; pues el zaragozano volvió a ser fichado por el Atlético de Madrid; por el mismo Dr.Cabeza, en la 12ª jornada del mismo campeonato; realizando una labor en la vuelta más que meritoria al recoger a un equipo moribundo en el fondo de la tabla y lograr un 7º puesto final, entre un ambiente enrarecido en el seno de un conjunto, el rojiblanco, preso del caos institucional, desde la llegada de Cabeza; que al igual que García Traid dejaría el conjunto colchonero al final de aquella campaña 1981-82.


Llegados al verano de 1982; aquella fama de entrenador "milagro" que se había labrado con aquel doble ascenso en la U.D.Salamanca, se fue diluyendo envuelto en ceses injustos y problemas extradeportivos que lastraron parte de su carrera y le hicieron perder parte de aquel crédito del que partió en sus orígenes.
Aunque fue entonces; muy cerca de Salamanca; en la vecina Valladolid y en su banquillo; donde García Traid y su carrera, recibieron un nuevo balón de oxígeno.
Un Real Valladolid, dirigido por Felipe Mesones (el mismo que lo había sustituido en la U.D.S en 1978) fue incapaz de ganar un partido en las 13 primeras jornada del campeonato de 1ª división (82-83); y en este caso sí, la llegada de D. José Luis, obró el "milagro" de la salvación.

En una serie de resultados que hubieran podido colocar al Real Valladolid cerca de los puestos europeos de no haber sido por su nefasto comienzo; le sirvieron al aragonés para renovar su contrato e iniciar con el Real Valladolid la 83-84; esta vez con peor suerte; pues fue cesado a falta de 7 jornadas para el final del torneo tras entrar en una dinámica negativa de resultados que le acercaba en aquel momento a los puestos de descenso a 2ª división.


Sin equipo al comienzo de la temporada 84-85; no fue hasta Febrero del segundo año cuando desde Salamanca, en 2ª división, se le pidió auxilio; aunque él había colaborado con la Unión desde el inicio de campaña como observador de determinados partidos y determinados jugadores lejos del Helmántico; y se había ofrecido como técnico varias veces; la llegada a la presidencia de Javier Rey (el que fuera vicepresidente de Paniagua en la época dorada de Traid en el banquillo) en Enero de 1985; sumada a la cercanía del abismo a 2ªB; precedida por una dramática línea descendente desde el descenso de primera división al final de la temporada anterior, 83-84; y la sensación de una Unión herida de muerte que se desangraba en un sinfín de derrotas acercándose a deshacer el camino del doble ascenso que 20 años antes bajo la dirección del mismo técnico maño se había logrado, provocó la llamada.

Cesados, de nuevo, Felipe Mesones y Juan Muñoz, García Traid se antojó como única persona posible de enderezar el rumbo de una nave a la deriva, con vías de agua desde hacía meses.
Y fue el 26 de Febrero de 1985 cuando se materializó el acuerdo; aquel no fue un acuerdo cualquiera; José Luis García Traid volvía a la Unión, su casa, siete años después de dejarla; y no cobraría una sola peseta.
En una magnífica entrevista de José Luis Yuste; se expresaba en los siguientes términos: "Según nos manifestaba  ayer  por la mañana, antes de ser presentado  a los integrantes de la plantilla,  no percibirá  emolumento  alguno  a cambio.  Ni primas,  ni fichas,  ni sueldos:
"Me vinculo  —comentaba— a la Unión de  forma  totalmente  desinteresada.  Lo  hago  por  amor al Salamanca. Como vivo  aquí, en Salamanca,  en la  madrugada del  martes, sobre la  una, me telefonearon para  preguntarme si  quería hacerme cargo  del equipo.  Acepté porque quiero al  Salamanca y porque me lo pidieron  los  actuales dirigentes,  que son amigos míos".

Entrega de corazón a unos colores; para salvar deportivamente a la Unión, en uno de los momentos deportivos e institucionales más dramáticos de su historia; en un tiempo en el que también existía el dinero; pero frente al amor a unos colores; no era lo más importante.


Desgraciadamente bajo su batuta, en las 12 jornadas bajo su mando, la irregularidad siguió siendo la norma; y aunque consiguió llevar al equipo a una última jornada en la que dispuso de posibilidades para la salvación; en el Heliodoro Rodríguez López; (VER ENLACE) muy a su pesar, no se aprovecharon.

Traid y el presidente Javier Rey en el banquillo del Heliodoro Rodríguez López, antes del inicio del choque que llevó a la U.D.Salamanca a la 2ª división "B" por primera vez en su historia.

Una vez en el pozo de la segunda división "B" y con el único objetivo de volver a segunda división lo antes posible; se volvió a barajar el nombre del aragonés para iniciar la campaña en el banquillo en la categoría de bronce, de hecho él mismo se ofreció para continuar;  pero en aquel momento, en la junta directiva de Javier Rey; la opinión mayoritaria era diferente.
Finalmente, con dimisiones de por medio, se nombró director deportivo a Jorge D'Alessandro y se decidió firmar a José María Astorga como técnico; tomando la polémica decisión de no contar con Traid ni con Miguel Losada como entrenador del filial, ni como segundo, después de 14 años en el puesto. Ambos, aquel tándem histórico, Traid-Losada, firmaron por el Celta.


En aquel momento; la prensa local y el ambiente unionista apoyaron claramente la continuidad del técnico; por lo que la decisión de no renovarle, enrareció algo más el ambiente en torno al club; en un momento institucional en el que se hubiera necesitado más tranquilidad y menos conflictos.
El aragonés, claro y sincero como siempre se manifestaba de la siguiente manera, interrogado acerca de los responsables técnicos (Jorge D'Alessandro -director deportivo-, Juan José García Lavera -preparador físico- y Enrique Miguel -adjunto al director-), sobre los que pesó (escriben) la decisión final de su salida: 
"Enrique es  un hombre capaz;  aliado e identificado plenamente con la Unión,  amigo entrañable y gran trabajador.  Puede  hacer  mucho por  el  que  siempre ha sido su equipo. Muestra  de su  pundonor es  que  en  Tenerife,  lesionado desde el principio,  estuvo  en el campo hasta  que,  en el minuto ochenta,  opté por cambiarle. Es válido para el Salamanca  y  su papel  puede  ser vital.  Los otro dos  son seres  que para mí no existen. Ellos  —dice— habrán dado sus informes,  pero no  es  de  eso  de  lo que  me quejo. Lo que  no tolero  en esta  vida  es la  traición,  y ellos  me  han  traicionado,  como personas  y  como amigos."
Declaraciones interesantes al máximo, que continuaban, desde el corazón: "Esta etapa en la Unión es para mi y mi historial con la UDS una mancha; que me hubiese gustado lavar, devolviendo al Salamanca a Primera, que es donde  le corresponde estar.  Pero ya ve, no ha habido  forma  de cumplir  con el  deseo. De  todos  modos,  y pese a  lo  ocurrido, que quede bien sentado que volvería  a hacer  lo mismo siempre  que  el Salamanca,  mis amigos,  me lo pidiesen pues es de bien  nacido  ser  agradecido,  y  yo  tengo que  estar agradecido al Salamanca,  que  me dio  un  nombre  en el  fútbol".

José Luis García Traid y Miguel Losada, tándem inseparable en el banquillo de la Unión, juntos llevaron a la U.D.S a las mayores cotas de éxito de su historia. 

Tras aquella salida controvertida de la Unión Deportiva Salamanca; llegaron contrataciones en las que pesó más su fama de "domador" de vestuarios por su concepto de disciplina y la ausencia de medias tintas en sus declaraciones; que otros factores.
Así, el Celta de Vigo, camino de la 2ª división en la 85-86 solicitó sus servicios buscando el milagro; cosa que no se produjo; siendo también cesado tras 15 partidos en el banquillo.
Y un año más tarde, en la 86-87, fue en el banquillo del Hércules de Alicante sustituyendo a Alberto Ormaechea en el que intentó devolver a los alicantinos a la primera división, cosa que tampoco logró finalmente.

Y por lo que se refiere a la U.D.Salamanca, como no hay dos sin tres; en el verano de 1987; tras el rotundo fracaso frente al Real Burgos en la última jornada, y la dimisión del presidente Javier Rey, provocó que la nueva directiva (en funciones) comandada por Juan José Hidalgo Acera; pensara de nuevo en J.L.García Traid como vértice del nuevo proyecto en pos del retorno (una segunda vez) desde aquel pozo de la 2ªB del 87 a la añorada primera.


Así Traid volvió a casa, por segunda y última vez, para poner freno como hombre salvavidas a aquella cuesta abajo iniciada en el 84.
Así se manifestaba antes de afrontar aquel año en 2ª"B", categoría que estrenaba profesionalmente: 
"Las  miras  para  la  próxima  campaña no son  otras  que  el ascenso. Si no,  no vendría  a  entrenar  a  esta división.  Y, además,  el  ascenso  tiene  que  ser inmediato,  el  año  que  viene.  No  podemos  esperar  más.  La  afición  necesita moral; tiene que  volver a  llenar  el  estadio.  El equipo  ha  de  retornar  a la  categoría que  no  debió perder.  Quizá  pensar  en  la  Primera  División  sea  excesivo,  pero  la  Segunda  no  se  nos puede resistir".
Ovacionado en la presentación del equipo aquel verano del 87; se dirgió al respetable; con el corazón en la mano; como acostumbraba: 
"Lo  que  ansío  es  que  este campo  se  vuelva  a llenar  y que todos juntos intentemos que  el equipo regrese a la categoría que le corresponde".

Y efectivamente como deseaba García Traid en la temporada 87-88, se recuperó la senda del triunfo, con adquisiciones de hombres veteranos de superior categoría como la vuelta de Balbino o el fichaje de Mina; la solidez fue la norma; conviertiéndose aquella temporada en una temporada histórica, un conjunto muy superior al resto de equipos del grupo, con una segunda "B" recién reorganizada a cuatro grupos, se paseó en la competición, mostrándose como el mejor equipo de la categoría; batiendo el récord de imbatibilidad desde la primera jornada, que se mantenía desde la 68-69; en un registro para la historia (VER ENLACE).



Sólo la relajación final, de un ascenso virtual que no llegaba, enrareció el ambiente, marcado por esa afición unionista que aún pensaba como equipo de primera; y que llegó a silbar al equipo hasta incluso, el día que se logró el ascenso definitivamente, frente al Alcalá a dos jornadas para el final del campeonato.

Recepción del Alcalde en el Ayuntamiento tras el ascenso a 2ª de la temporada 87-88.

La línea positiva alcanzada y el recuerdo de la gesta que casi 20 años antes había llevado a la UDS desde la 3ª categoría a la 1ª en dos años de la mano del míster maño; hizo pensar que la 88-89 en 2ª, sería la buena; como aquella 73-74 imborrable; pero nada más lejos de la realidad...
Aunque bien es verdad que el equipo no empezó mal; llegando a coquetear con los puestos de ascenso en el primer tramo de la campaña; y optando al liderato en la jornada 11ª si vencía al Deportivo en casa.

El uruguayo Miranda y García Traid en un entrenamiento en la 88-89

Pero hubo un punto de inflexión en el nexo equipo-afición que empezó a labrar el último desencuentro con el proyecto; y fue la derrota en casa frente al Mollerusa, colista y virgen de victorias, que ridiculizó a un conjunto que se desinfló desde entonces; desgastando el crédito de un Traid, que consiguió elaborar un conjunto aparentemente competitivo pero al que se le achacó su pobre juego en el estadio Helmántico.
Finalmente fue cesado en Marzo, varios meses después, cuando el equipo todavía se encontraba a cuatro puntos del segundo clasificado sin positivos, ni negativos; en medio de un ambiente crispado, con sanciones por agresiones de Cabrera al periodista Loren Ruano, pelea del uruguayo con Balbino, y hasta discusiones acaloradas del míster con aficionados en la grada en algún entrenamiento, por las que también fue sancionado.
El 5 de Marzo de 1989, fue el último partido que García Traid dirigió en su vida, fue frente al Real Burgos.


Como siempre, tras el cese, Traid habló claro; se acababa de suceder una nueva salida de la U.D.Salamanca; a la que desgraciadamente, no le quedarían nuevas oportunidades: 
"Quizá haya pecado de demasiado blando con la plantilla, e incluso con mis colaboradores; pues he querido mediar entre García Lavera -el preparador físico- y los dos médicos, entre los que existen divergencias irreconciliables. Incluso la plantilla está dividida entre ambas facciones, repercutiendo todo ello en el equipo sin duda. Deportivamente nos ha faltado gol en casa, la gente ha protestado, uno de los componentes del fútbol es el azar y creo que hemos tenido ocasiones; pero hemos fallado en casa ocasiones clarísimas".

Nadie podía pensar en aquel momento, que menos de un año después de aquella salida del club, una vez más por la puerta de atrás, como las otras dos anteriores del banquillo de la U.D.Salamanca; Don José Luis García Traid, se marchara injusta, silenciosa y precozmente en la sala del despertar de una clínica zaragozana. 
Fue en la madrugada del 11 de Enero de 1990; y la conmoción, en unas primeras horas confusas, fue máxima entre aficionados y gente del fútbol, sobre los que cayó la dramática noticia como un gran jarro de agua fría.


Hoy se cumplen de aquel triste suceso 25 años; y aún hoy sobrecoge el leer lo vivido en su funeral que se celebró dos días más tarde, en la ciudad que lo vio nacer; en una mañana fría y con una multitudinaria afluencia de gente.
Todo el mundo del fútbol, sus amigos, estuvieron allí; y fundamentalmente representadas las dos ciudades de su vida futbolística (Zaragoza y Salamanca), que envolvieron con las banderas de sus equipos un féretro que desfiló a hombros de varios trabajadores y ex-jugadores de la Unión Deportiva Salamanca en su recorrido.

Envuelto en una marea humana; en primer término, otro histórico, Tori (q.e.p.d), 
conduce a hombros el féretro del míster unionista.

Al día siguiente; jugaba la Unión en el Helmántico; y todas las miradas de los 8.000 aficionados que acudieron al estadio se centraron en aquel banquillo, su banquillo, en el que tantas tardes defendió, con todo el corazón que tenía, al equipo de su vida.


La emotividad fue máxima cuando Teófilo Abajo y Durán como capitanes de U.D.S y Figueras depositaron un ramo de flores sobre la cubierta del banquillo que tantas veces ocupó el maño;


y más si cabe, cuando tras un padre nuestro se inició un minuto de silencio; que de los muchos que vivió el Helmántico, aquel de las cinco menos cinco de aquella tarde; fue y no me equivoco, el más sobrecogedor que albergó el templo del prado panaderos.


El partido fue lo de menos; se ganó 2-0; y Ricardo Rezza como entrenador, como pupilo que fue del más grande; obró de segundo, sí, pues aquella fría tarde, y yo estuve allí, Don José Luis García Traid estuvo dando órdenes desde el cielo.


Dicen los que lo trataron que Traid era parco, casi cortante en su conversación; pero que esa era sólo la primera impresión; pues después, bajo el barniz, siempre se descubría una gran humanidad y a buen seguro que era cierto; dada la cantidad de elogios que el aragonés recibió en vida, de los muchos hombres de fútbol que lo trataron.
Temperamental, testarudo a veces, cultivador de amistades, pasional, de corazón enorme, serio, honrado, sentimental y profesional sin dobleces; dejó el legado como entrenador de la Unión, de haber alcanzado las mayores cotas de éxito de su historia, pero dejó el legado como persona de ser el amigo que siempre estuvo dispuesto a echar una mano al club de la ciudad en que se afincó, en momentos deportivos complicados en su historia, aquel zaragozano que echó raices en suelo salmantino y que defendió a la Unión por encima de todo.


Estoy seguro, no tengo dudas, que ocupa cada domingo el banquillo de la U.D.S, allí arriba, en la liga de los que ya no están; y que nos devolverá a primera, como él quería y la mala suerte no le permitió hacerlo.

Hace ya 25 años que se marchó Don José Luis, y descansa envuelto en una bandera de la U.D.Salamanca desde entonces.
Desde aquí, hoy, avergonzado en la orfandad de una ciudad que mató lo que usted y otros muchos levantaron; desde este Blog le brindo estas líneas, se las debía, con todo mi cariño, con la única intención, en tan señalada efeméride, de honrar su figura y avivar las brasas de su recuerdo.


Gracias Sr. García Traid por su unionismo.


FUENTES:
Las mejores anécdotas del At.Madrid - Luis Miguel González
La Gaceta Regional de Salamanca
Diario Marca
Mundo Deportivo
Fotos Morgan
Colchonero.com
Libro 25 Aniversario Helmántico
Libro 75 Aniversario La Gaceta
Libros de Carlos Gil-Pérez
Libro del 75 Aniversario de Loren Ruano

10 comentarios:

  1. Gran aporte, muy emotivo! seguro que Jose Luis se siente orgulloso de aficionados como tu, hala Unión!

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  2. Todo un carácter el bueno de García Traid. Aquellos 6 primeros años en los que estuvo fueron los más bonitos para la afición, para el club y para la ciudad de Salamanca. Yo creo que se equivocó al irse de aquí, que podía haber seguido mas tiempo pero eso de los finales de ciclos y, efectivamente, los desgastes por el paso del tiempo a veces te obligan a tomar decisiones.

    Luego tuvo mala suerte en sus pasos por Betis, Burgos y Atlético, especialmente en este ultimo donde se le fue de manera increíble la Liga en las ultimas jornadas.
    En el Valladolid lo hizo bien, recuerdo aquella visita al Helmantico en la 82-83 en la que ganamos por 1-0. Y él siempre con su Salamanca ya presente. Era entrenador del Valladolid pero vivía en Salamanca.
    Regresó en aquella fatídica temporada 84-85 y no pudo salvarnos del descenso a Segunda B, momento en el que aquel equipo recibió tan duro golpe. No sabia que había salido a mal y que quiso continuar.

    Y para acabar, muy grato el recuerdo de cómo volvió a sacar al equipo adelante después del traumático no ascenso contra el Burgos. Cómo se blindó con Balbino y Mina y que pedazo de temporada se marcó arrasando en Segunda B y ascendiendo y devolviendo al Club al minimo que es la Segunda A.
    Se hizo luego un equipo muy bueno en Segunda A y se inició de manera fulgurante. Incluso en esas primeras jornadas regresó el gran Jesús Orejuela y todo parecía que nos íbamos otra vez a Primera pero la cosa se torció (no solo el Mollerussa) y no se logró el objetivo. Aun así el equipo era muy bueno y estaba sin problemas entre los 7 primeros. Nunca entendí su destitución. Parecía que había que subir si o si y a veces, aunque seas buen equipo, no se consigue. Habría entendido una destitución si estuviera para descender.

    Gran artículo Calamaro. Saludos.

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  3. Destacar también que Garcia Traid quedó muy marcado a la Unión y a la ciudad de Salamanca. De hecho, se instaló aquí. Era su equipo. Y los que lo conocían decían que estaba deseando volver a coger al equipo. Una pena su muerte prematura por un error medico. Por una cirugía estética en el cuello.

    Calamaro, no se si lo recuerdas pero que ilusión despertó la llegada de Jesús Orejuela ya avanzada la competición (5ª o 6ª jornada) al pedazo de equipo que teníamos en la 88-89. Al final no fue para tanto pero fue bonito. Recuerdo que debutó ante Lleida o Figueras y nada más comenzar metió un golazo de cabeza. Que ilusión se palpaba en la afición.

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  4. Gracias blanquinegro; siempre un placer leer tus comentarios...puro unionismo en primera persona. Un abrazo!

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  5. Habrá que buscar cosas del gran Orejuela!

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  6. Hablando de Orejuela, destacar que la temporada 81-82 fue preciosa. Se venía de 7 temporadas consecutivas en Primera rayando a gran nivel y la afición y la ciudad siguieron con el equipo como si estuviéramos en Primera. Fue algo espectacular.
    Partiendo de la base de que teníamos un equipazo, el ambiente era tremendo. Y además en esa época, en ese futbol que tanto a ti como a mi nos gusta (creo recordar que te lo he leído, que eres de los que el futbol de entonces te gustaba más. A mi me pasa lo mismo).
    Aquel equipo, aquel ambiente, aquel autocar en la Avenida de Mirat con la gente ilusionada, aquel autocar de vuelta a la ciudad haciendo cuentas y escuchando el carrusel a todo sonido e ilusionándonos con los pinchazos rivales. Y todo lleno de gente ilusionada.
    Aquel ambiente en la grada, aquel sonido de gol, aquel Orejuela, aquel Herrera, aquel Corchado, D'Alessandro, Tomé, Bezares, Blanker. etc. etc.

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    1. Por cierto, ahora que nombras a Herrera. No hace mucho descubrí que aquel Herrera de la UDS de la 81-82 que luego se fue al Zaragoza, es el padre de Ander Herrera, que ahora está en el Manchester...

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  7. Efectivamente, el padre de Ander que de joven era muy parecido físicamente al hijo. Gran jugador, muy técnico y a por el que vino el Zaragoza. Fue buena operación porque aquí llegaron a cambio Pérez Aguerri y Benede, dos buenos futbolistas. Supongo que también llegó algo de dinero.

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  8. Emotivo recuerdo de García Traid. Muy buen blog y magníficos artículos.

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