...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

martes, 30 de diciembre de 2014

Helmántico. 1978.


En el sabor agridulce que supone ver algo inédito para volver a acercarse a ella; el color que tiñe imágenes en movimiento de aquel pasado glorioso del equipo del 78, (gracias a los hallazgos en la red de amigos unionistas), me despertó una sonrisa.

Sonrisa provocada por la visualización de este breve vídeo hace unos días; procedente del mítico Estudio Estadio de la época; y editado del canal nostalgia de Youtube de Javier Luis (muy recomendable); nos permite ver de nuevo aquella camiseta blanca impoluta de la 77-78 de cuello redondeado frente al Valencia C.F de Kempes en el Helmántico; en un envite en el que con cinco positivos, transitábamos sextos en la jornada 23ª de aquel campeonato en un lejano 26 de Febrero del 78.

Habían pasado sólo dos meses de la lesión de D’Alessandro y era Antonio el que defendía los palos; Rezza como capitán junto a Kempes; elegía terreno en el sorteo; liderando un once que se completaba con Corominas, Albaladejo, Ángel de los Santos, Tomé, Enrique, Carlos Báez, Amiano, Roberto Cino y los guantes de Alves; Pérez con el 15 a la espalda sustituía a Corominas en la 2ª parte.

El Valencia de Marcel Domingo; aquel mismo que llegó a visitar el campo del Calvario como entrenador del Atlético en el 69 (VER: enlace), formaba con Pereira bajo palos, Arias, Cerveró, Botubot, Cordero, Carrete, Saura, Cabral, Castellanos y los argentinos Felman y Kempes.


Gracias Blanquinegro

Muy recomendable ver el programa de Estudio Estadio completo, del que he seleccionado el vídeo inicial, procede del canal nostalgia de Javier Luis: https://www.youtube.com/watch?v=smTQJoGvuBI

sábado, 20 de diciembre de 2014

La última titularidad de Huerta


Fue un 2 de Mayo de 1976 cuando nuestro mítico capitán de los 60-70 puso colofón a su interminable cifra de titularidades oficiales con la camiseta de la Unión Deportiva Salamanca, más de trescientas, y fin por tanto, a su estrecha relación con el brazalete, que en su brazo izquierdo cerca del escudo de la UDS, defendió tantas tardes.

Fue en el Molinón en la antepenúltima jornada de la 75-76, donde además con la victoria por 0-1 con gol de Lacasa, la Unión lograba la salvación matemática y mandaba a segunda división al histórico equipo asturiano.

Huerta despeja de cabeza ante la mirada de los delanteros sportinguistas.

Jorge D'Alessandro atrapa por alto un esférico entre Bustillo y Huerta, y la atenta mirada de Quini de espaldas y Pita al fondo.

Gran partido el del conjunto charro aquella tarde, sustentado con acierto por su línea defensiva y medio campo; que hicieron imposible (según las crónicas) el hacer de los sportinguistas que se mostraron incapaces ante los charros.

Aunque una semana más tarde, Huerta jugó los últimos 5 minutos del polémico UDS-Elche, siendo por tanto aquellos, sus últimos cinco minutos oficiales disputados de blanquinegro; creo que la imagen superior merece hueco en este blog; como aquel, el último once oficial donde formó D.Ángel Pérez Huerta.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Con la cabeza alta


1-0, 1-0, 0-1 y 0-0... no, no es ninguna combinación de un código binario, son los cuatro primeros resultados que la U.D.Salamanca cosechó en el Estadio Santiago Bernabéu a lo largo de las cuatro primeras temporadas que militó en 1ª división.
Unos resultados tremendamente meritorios, si tenemos en cuenta la condición de debutante en la élite de los nuestros y si partimos de la base de que aquel Real Madrid venció en tres de aquellos cuatro campeonatos de liga.

Campeonatos que pueden ser considerados, por clasificación y dinámica deportiva, como los 4 mejores de nuestra historia.
Campeonatos que vieron al mejor D'Alessandro, campeonatos en los que descubrimos a un deslumbrante e irrepetible Alves; o en los que nuestra línea defensiva y sus diferentes integrantes de la mano de José Luis García Traid (Rezza, Lanchas, Iglesias, Juanjo, Huerta...); fue considerada en muchos momentos, la mejor defensa de España.

Así, en aquel quinquenio mágico (1974-1978), la Unión contó sus visitas al templo del campeón del momento; por grandes partidos; adornados con la honradez del trabajo bien hecho de un equipo competidor y en los que según las crónicas del momento; sí; se puntuó sólo dos veces; pero se pudieron haber sumado puntos en las cuatro visitas.

La maravillosa imagen a color que preside el post (Gracias Sergio Guerrero) corresponde a la segunda visita oficial en liga que la Unión hizo al Real Madrid en Abril de 1976; fue en la jornada 30ª de la temporada; en una recta final del campeonato en la que la UDS aún pugnaba por salvarse matemáticamente.




Y en un partido presidido por el orden; de un conjunto salmantino que se presentó con múltiples bajas; sólo la magia de una de las estrellas blancas pudo desnivelar la balanza del lado del que sólo dos jornadas después se proclamaría campeón de liga.


Las ausencias de Rezza, Álvarez, Robi, Pérez y Víctor; que fueron suplidas por alguno de los menos habituales aquella temporada como Galleguillos, Chaves, Lacasa, Huerta o Bustillo; no se notaron apenas por el buen trabajo organizativo del equipo.
Enfrente el Real Madrid, que días más tarde se jugaría su futuro en la Copa de Europa aquella temporada visitando en la vuelta de semifinales al Bayern de Munich; formó con un once con las ausencias destacadas de Pirri y Sol. FOTO INFERIOR: De pie de izquierda a derecha: Benito, Uría, Miguel Ángel, José Luis, Breitner y Camacho. Agachados de izquierda a derecha: Amancio, Del Bosque, Santillana, Guerini y Netzer.



Sólo un prodigioso remate de cabeza del que sin duda es considerado uno de los mejores cabeceadores de la historia del fútbol mundial (Santillana); superó el entramado charro y la estirada del eterno D’Alessandro; para tras golpear el esférico en el poste; servirse a sí mismo el balón en bandeja y remachar su anterior remate, ya sin oposición, al fondo de las mallas. (Bajo estas líneas secuencia de cinco imágenes del gol de Santillana).





Tuve la oportunidad, y la suerte, pienso ahora, de ver jugar a la Unión tres veces en el Santiago Bernabéu; fue en los años 90. 
Años en la élite, pero a un nivel mucho menor que en aquellos lejanos 70; donde el equipo competía, pero menos; a diferencia del quinquenio hoy reseñado; donde aquel equipo, siempre vestido de rojo, era capaz de jugar y aspirar a ganar con la cabeza siempre alta en estadios, históricamente, como aquel, de otra galaxia.

Iglesias y Pita intentan obstruir el disparo a puerta del madridista Guerini.

FUENTES:
As y Marca

domingo, 30 de noviembre de 2014

La conquista de Mestalla


Para un equipo modesto que a lo largo de su andadura en la historia del balompié no se codea con la posibilidad de alcanzar títulos como máximo logro; aquellas victorias conseguidas en templos del fútbol ante los titulares del terreno visitado; llegan a asemejarse, sin duda, a esos trofeos inalcanzables; con la única salvedad de que ninguna Copa plateada las recordará si buscamos en las vitrinas de su historia años más tarde...

Cuando la historia de la Unión alcanzó el 30 de Noviembre de hace hoy 17 años; revisando los 25 equipos que encabezaban la clasificación histórica de temporadas en primera división en aquel momento... sólo San Mamés, Atocha/Anoeta, el Camp Nou, el Rico Pérez  y el histórico Mestalla, quedaban en aquel entonces huérfanos de victorias unionistas frente a los primeros equipos de cada uno de los estadios.

Hoy en este presente asolado; la vista atrás nos permite ver que también el Camp Nou se borró meses después de la lista; manteniéndose para la posteridad los feudos de Athletic Club, Real Sociedad y Hércules; en ese barbecho eterno del que no vencerá jamás allí ya que ni siquiera volverá a pisarlos.

Aquella tarde de domingo, la de la conquista de Mestalla, fue de aquellas que no se olvidan facilmente, la oportunidad del famoso "Pago Por Visión", que se estrenaba aquella jornada y que permitió ver en directo el choque en toda Salamanca; acrecentó la pasión sobre una victoria para un aficionado como yo; poco acostumbrado a ver a su equipo en la pequeña pantalla en primera división.
Un modesto bar de mi barrio; el del Oeste; lleno, varios refrescos y una máquina tragaperras que me sirvió de apoyo durante todo el partido; fueron mis compañeros de júbilo al vivir a mi lado la conquista de aquel templo durante tantos años inalcanzable...




La Unión, que marcó un punto de inflexión en su trayectoria en aquel campeonato 97-98 tras aquel encuentro; formó inicialmente con Stelea, Pavlicic, Corino, Loren, Iturrino, Paulo Torres, Edu Alonso, Taira, Giovanella, Vellisca y Pauleta; y venció con mucho sufrimiento a un Valencia C.F entrenado por Claudio Ranieri que formó inicialmente con Zubizarreta, Anglomá, Djukic, Cáceres, Carboni, Mendieta, Del Solar, Morigi, "Burrito" Ortega, Claudio López y Vlaovic.
Un fantástico remate de cabeza de Pauleta a centro de Paulo Torres en la segunda parte sirvió para decantar y hacer explotar a Mestalla (el Valencia caía a puestos de descenso tras aquel resultado); lo que provocó la dimisión y por tanto el final de la trayectoria como presidente de la entidad valenciana de Paco Roig.



Gracias a la maravillosa recopilación que realiza la web ciberche.net sobre la historia del Valencia C.F, podemos disfrutar de un resumen de Canal + de aquel histórico 30 de Noviembre de 1997 del que hoy se cumplen 17 años:



FUENTES:
La Gaceta Regional de Salamanca
Gracias a Roberto Hernández @Roberfuturauto por la imagen del once de aquel partido.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Cuando nos marcaban los grandes

En semana de récords inalcanzables del gigante del momento, duele pensar aún más en la distancia que el presente de aquellos que disfrutan de sus acciones, nos separa del nuestro.

En los 70, en cambio, nuestro presente; para regocijo de aquellos salmantinos que siguieron al equipo por toda la geografía española, se solapó al de todos aquellos buques insignia que en forma de grandes jugadores retaron domingo tras domingo el arco, del que fuera incluso en el 75, el equipo menos goleado de la liga española.

No tardamos en recibir sus remates desde Septiembre de 1974; La Condomina, La Romareda y el Camp Nou, fueron las tres primeras salidas de aquel debutante en primera, y allí, en el estadio del barrio de Les Corts; no fue en aquel entonces un argentino menudo el que probaba a los nuestros, fue un tal Johan Cruyff, el mejor jugador del mundo del momento, el que remataba al fondo de las mallas de un modesto equipo irrepetible...


NOTA: La superior es la imagen del único gol que el holandés Johan Cruyff anotó a la U.D.Salamanca en los 6 partidos en que se enfrentó a los nuestros. 
Aquel 27/10/1974; a centro de Rexach desde la banda derecha, el 9 del F.C.Barcelona remata inapeláblemente de cabeza ante la mirada de Rezza, Iglesias, D'Alessandro y su compañero Costas.

FOTO: Seguí

sábado, 1 de noviembre de 2014

La magia de un gol cualquiera

Fueron más de 1500 los goles oficiales que la U.D.Salamanca anotó en las porterías del estadio Helmántico a lo largo de su historia en común.
Amplia cuenta de goles que para un aficionado cualquiera de esos cuyo equipo vive y lo sigue fielmente desde su infancia, no le sería complicado incrementar.
Sólo tendrían que acercarse un sábado o domingo que haya fútbol en su estadio, sentarse a ver a su equipo, respirar profundo y esperar a que el buen trato a un balón y el azar, hicieran el resto.

Pero para los que nuestro equipo de fútbol sólo es historia y nuestro estadio duerme cerrado envuelto en lágrimas de soledad y vergüenza; la cosa no es tan sencilla.

Sólo la posibilidad de encontrar imágenes de goles del pasado, de tantos de esos 1500 que no vi, me aproximan hoy de forma especial, mágica incluso, a aquel equipo y su estadio; acercándome al menos un poco, al aficionado que fui.

Cosa que me sucede sólo de vez en cuando, cuando busco y encuentro, cuando doy con goles inéditos para mi, como este del 83...
Pepe, Enrique, Micanovic, 6 toques al balón en vertical para un golazo... para hacerme querer pensar que en la lejanía de la distancia que me separa de Salamanca, de ti, no es que no existas, es que sigues jugando y no puedo ir a verte... como me sucedió tantas veces, como me sucedió tantos años.



Fuente: Ciberche

viernes, 17 de octubre de 2014

El once que tumbó a Miljanic


Cuando Alves en el verano de 1996 fichó como entrenador de la U.D.Salamanca, en el reportaje gráfico que acompañaba la firma de su contrato en páginas interiores de La Gaceta Regional, destacaba esta imagen... 
Una imagen en la que con el dedo índice de su mano derecha el gigante unionista señalaba su figura incrustado en un once de aquella, su época como futbolista del club.
Pero aquel once no era un once cualquiera; era el mítico once que en la primera jornada de la temporada 77-78 sirvió, en el tapiz del estadio Helmántico, para batir al todopoderoso Real Madrid de la época, en la que sería la única derrota del club blanco en partido oficial en tierras salmantinas.



No era la primera vez que ambos conjuntos se medían en la primera jornada de un campeonato de 1ª división; la temporada anterior (76-77), los caprichos del bombo también hicieron que ambos se enfrentasen en el estreno de la liga; esta vez con mejor suerte para los blancos (VER).
Aquel, fue un día de debuts en ambos conjuntos que presentaron oficialmente algunas de sus novedades para dicha campaña; destacando el estreno para la historia en el templo salmantino por parte del Real Madrid; de Quique Wolff y los míticos Stielike y el irrepetible Juanito, que lucieron por primera vez en partido oficial la camiseta del equipo capitalino, aquella tarde azul.


Dos históricos madridistas, debutantes en partido oficial en el Helmántico, juntos en esta imagen: Stielike y Juanito; con Bustillo en la pugna tras el alemán.

Por su parte la Unión, con la doble nacionalidad de Ricardo Rezza conseguida pocos días antes, lució como segundo extranjero al paraguayo Carlos Báez y presentó además en el once inicial a los recien fichados Ángel de los Santos procedente del Real Jaen, y a Albaladejo y Corominas llegados desde el F.C.Barcelona.
La TV, que retransmitió en directo aquel encuentro, sirvió como testigo de aquella cita histórica, aunque mermó ligeramente la afluencia de aficionados, pues el estadio Helmántico no se llenó.


El Real Madrid se presentó con su once de gala: García Remón, Sol, Benito, Wolff, Camacho, del Bosque, Pirri, Stielike, Juanito, Roberto Martínez y Jensen; y no empezó mal el encuentro; pues a los 14 minutos se adelantaron en el marcador con gol de Vicente del Bosque que sorprendió con un sutil cabezazo a un ligeramente adelantado D’Alessandro.

Momento en el que el remate de Vicente del Bosque sorprende a 
Jorge D'Alessandro significando el tempranero 0-1 aquella tarde.

La Unión, que había salido bastante contemplativa; cambió con el gol y gracias a un magnífico Alves, muy superior a su marcador Camacho, y al buen control táctico sobre Jensen (el mejor del Madrid hasta que se lesionó antes del descanso), se empezó a decantar, bajo la magistral batuta de Traid, el estado de ánimo del partido hacia los salmantinos.

Del Bosque controla ante Ángel de los Santos un balón en el centro del campo en aquel histórico encuentro.

El empate en el primer minuto de la reanudación obra de Tomé tras aprovechar un rechace del portero blanco a remate de Enrique; hizo el resto.
La U.D.Salamanca incrementó su intensidad ofensiva y el acoso a García Remón fue más constante; la gran labor de recuperación de Ángel y la verticalidad de Alves se encontraron y así a los 71 minutos, un claro penalti de Pirri a Enrique, decantó definitivamente la balanza a favor del equipo blanquinegro; batiendo el mítico “Luvas pretas” al “Gato de Odesa” disparando el máximo castigo a su lado derecho.

Momento en el que Alves bate a García Remón disparando de penalti 
el esférico a media altura a la derecha del cancerbero.

Ni siquiera la entrada desesperada de Santillana al campo tras el segundo gol, sirvió para cercar la meta unionista hasta el final de aquella mítica tarde.


Tarde que no concluyó con el pitido final; pues los comentarios sobre aquel partido dentro del seno madridista se prolongaron varios días; la pobre labor del nuevo fichaje Stielike; la gran actuación del inolvidable Alves destacado como mejor jugador de la jornada...


Culminando el martes de aquella semana con la dimisión de su entrenador, el macedonio Miljanic; cerrando aquella tarde frente a la UDS cuatro temporadas al frente del conjunto blanco.


Aquella dimisión o “acuerdo con refuerzo económico”, como otros la llamaron, no tuvo lógicamente que ver sólo con aquel partido; aquella fue la consecución de un desencuentro Miljanic-Real Madrid-Afición que venía desde más lejos; sobre todo desde la nefasta camapaña anterior en la que el conjunto de la capital en una temporada de liga mediocre acabó 9º perdiendo opción de participar, aquella 77-78, en competición europea alguna.



Aquel once de la UDS fue pués no sólo el único que fue capaz de derrotar al Real Madrid en tierras salmantinas en toda su historia en partido oficial; si no que descansa, para más vuelo, en la historia de otros, en aquel affaire Miljanic; que es historia dentro de ese fútbol que ahora llaman vintage; y en el que el gran Joao Alves se señalaba...

sábado, 11 de octubre de 2014

Tarjetas blancas

Aguinaga es amonestado con tarjeta blanca en Mendizorroza en la temporada 72-73 por el colegiado Fandós Hernández ante la mirada y protestas de los salmantinos Huerta, Pita, Robi, Néstor y Carmelo.

El empleo de las tarjetas como amonestación en el fútbol, no fue siempre unido al mismo, siendo su origen mucho más reciente; su nacimiento se remonta a los años 70.
Cuentan que la necesidad de que las amonestaciones verbales fueran evidentes para todos los que observaban los partidos, cuerpos técnicos incluídos, dio pie a su introducción en el Mundial de 1970; siendo el creador del concepto el ex-colegiado inglés Kenneth George Aston.

Así, una tarjeta amarilla sería mostrada al jugador por las infracciones graves merecedoras de una amonestación; y una segunda de este tipo, supondría la expulsión, adornada con la tan temida desde entonces cartulina roja.

Pero en España, como no podía ser de otra forma, ("somos diferentes"), no se siguió la recomendación oficial y no fue hasta 1976 cuando se introdujo el color amarillo en las tarjetas; entre 1970 y 1976, fue el color blanco el que adornó aquella primera amonestación; por lo que la liga española iluminó sus sanciones de blanco y no de amarillo durante los 6 primeros años de la nueva regla en vigor. 

En el libro "Las mejores anécdotas de los árbritos" de Luis Miguel González, se explica esta variación en el color a través del testimonio de Andrés Ramírez, secretario general de la federación española de la época; quien interpretó equivocadamente durante México'70 como blanco el color amarillo a través de la televisión; dada la ausencia de T.V en color en nuestro país en aquel entonces. 
A pesar de la curiosa razón esgrimida por este miembro de la Federación para explicar la diferencia; es bien cierto que aceptada dicha tonalidad por la máxima autoridad de nuestro fútbol, no fue hasta la temporada 1976-77 en la que el color amarillo actual, en forma de tarjeta, lució en nuestro fútbol.

José Plaza, presidente del Colegio Nacional de árbitros en 1976, se expresaba en estos términos pocos días antes del inicio de la temporada 76-77, para explicar el cambio de color en las tarjetas.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Desde la piedra

Aunque empecé a ir al Helmántico con frecuencia algunos años antes, hubo una temporada en la que esa capacidad de recordar lo vivido pasó de albergar sensaciones y detalles de forma inconstante y algo menos profundos; a desarrollar esa capacidad casi obsesiva de recordarlo “todo”; un todo que pasaba desde el recuerdo de “carrerilla” de alineaciones salmantinas y sensaciones nítidas vividas a lo largo de los noventa minutos de cada uno de los partidos; hasta recordar el lugar dónde escuché por la radio, los encuentros, que fuera de casa, retransmitían las cadenas locales los domingos por la mañana.

Aquella temporada fue la 87-88; aunque para esa nitidez de la que os hablo, mi memoria unionista se despertó una jornada antes del inicio de aquel campeonato; justo en la última jornada del anterior; unos meses antes, en Junio de 1987; en el partido de más ingrato recuerdo para el unionismo de mi generación (VER); pero que forjó ese punto de inflexión, que desde 1982 y en el baúl de mi memoria, se había poblado de recuerdos inconstantes.

Aquel Helmántico del 87 era de piedra; fría, despoblada... y cuando llovía las techumbres metálicas no garantizaban el cobijo de los que nos resguardábamos debajo; un estadio envejecido, que pedía un lavado de cara, urgente; en una decadencia que de la mano del propio club; peleaba contra una cuesta abajo; que se había iniciado y sin freno, menos de tres años antes (VER).

Un Helmántico todavía sin marcador con luz, con banquillos a ras de suelo, con verjas que sólo parcialmente dejaban ver que fueron verdes en su origen; y con una megafonía que no invitaba a reconocer un himno inmortal entre el ruido que emitía como base; pero que mantenía intacta la esencia de su identidad más profunda; su tapete verde de césped inmaculado, sus porterías con soportes curvos inolvidables y la Unión Deportiva Salamanca que se asomaba cada quince días a su acristalado, en aquel entonces, túnel de vestuarios.

Así, cada domingo, durante las 38 jornadas de aquel campeonato; y a lo largo de los 19 partidos que fui al fútbol a ver a la Unión aquella temporada; aquella plantilla, la del récord (VER), la de la vuelta de Traid, la de aquella combinación de juventud y veteranía; la que con su calidad manifiesta y amparada por una reforma de la 2ª división “B” que devaluó parte de la competencia; fue sin lugar a dudas, la que considero hoy, por lo descrito, primera plantilla de la U.D.Salamanca grabada a fuego en mi recuerdo.
Encontré esta imagen no hace muchos meses; y la sentí cercana; sentados en la piedra de las pistas; Traid y aquellos jugadores que admiré con ojos de niño, me miraban; como metáfora a aquellos, tantos partidos sentado en similar piedra gris, mirándolos a ellos, desde la fila uno del fondo sur del estadio Helmántico.


En este mismo mes de Septiembre; cuando estuvimos en La Sagrada y me senté en el poyo de piedra que reposa desde siempre en la puerta del corral de la casa que fue de mis abuelos; con Ángel a mi lado, recordé esa sensación al sentarme en aquellos tiempos.
Esa misma sensación de piedra dura, fría, que tenía de niño; cuando mi padre y mi tío se quedaban arriba de pie en fondo Sur y yo bajaba solo a la fila uno y me acomodaba sin almohadilla tras la verja verde cada domingo.

Y como sé que Ángel se parece a mi de crío; sentados los dos en el poyo, tuve esa extraña sensación del que mira atrás y se ve a sí mismo, de niño, como en una escena de ciencia ficción en la que uno podría llegar a sentarse al lado de uno mismo con 27 años menos.

Para así, sentados los dos en la piedra, mi yo hoy y ese yo de ayer en el que me veo siempre que miro a Ángel; en la fila uno de fondo Sur, con los pies apoyados sobre un lecho de cáscaras de pipas que descansaban allí abajo jornada tras jornada; y mirando entre los huecos de los hierros verdes, que en forma de rectángulos en vertical; dividían la visión de un partido de gigantes vestidos de blanquinegro...
Tuve ganas; sin desvelarle un futuro descorazonador de un presente que no existe; de cogerle del hombro; a él, a mi; y susurrarle:

“- Disfruta cada segundo que vivas sentado en este estadio, apasiónate con cada una de las sensaciones que te hagan vivir los que vistan esta camiseta; recuerda todas y cada una de las cosas que vivas aquí sentado, desde esta piedra..., porque no son eternos”.

Muy seguro estoy de que nadie venido del futuro me susurró aquello allá por 1987,... pero hoy mi recuerdo me hizo dudar; porque a todo aquello que imaginé decirle a mi hijo hace unas semanas; en esa proyección presente/pasado desconcertante; a todo, el Ángel de hoy, el que os escribe; a todo; le hizo caso...

Gracias U.D.Salamanca por tanto.

viernes, 19 de septiembre de 2014

1973: Un tercera; líder de segunda

"Esta Unión Deportiva Salamanca no posee figuras destacadas, ni nombres que hayan sido hasta hoy cotizados en el mercado nacional y extranjero. Es un cuadro compuesto practicamente en su totalidad por jugadores de 3ª; y los que ya han jugado en 2ª nunca destacaron.
Pero son una mezcla de ilusión y codicia, de esperanza en el futuro y de entrega al club"
Evaristo Trilla - 28/9/1973


Once que presentó la Unión Deportiva Salamanca en el hoy llamado "Ciutat de Valencia" para medirse al Levante en la temporada 73-74.
Forman de pie de izquierda a derecha: Febrer, Iglesias, Huerta, Rodri, Moreno y Ferrero. Agachados de izquierda a derecha: Chaves, Robi, Rial, Lacasa y Sánchez Barrios.


No creo que se puedan definir mejor los que deben ser los valores que guíen a un equipo modesto en esto del fútbol; cuando la Unión, más se acercó a las palabras del mítico Evaristo Trilla; llegaron las épocas más recordadas de la historia del club, y no me refiero siempre a los ascensos a primera... me refiero a aquellos momentos de identidad plena de generaciones de salmantinos enteras con unos colores...

Seis meses después de aquella imagen; aquel equipo con mimbres de 3ª, logró por primera vez en su historia alcanzar la primera división del fútbol español; y se hizo eterno... para la historia, la pluma certera de Eva  (fallecido sólo meses depués) y el recuerdo de un grupo, el de 1973; que llevó a la Unión y a Salamanca a las estrellas.

FUENTES:
Marca Sept'73 (Evaristo Trilla: Un 3ª líder de 2ª)

miércoles, 16 de julio de 2014

La penúltima gran batalla

Faltaban pocos meses para que pisara por primera vez las gradas del estadio Helmántico... pocos meses para que esa fina mezcla del olor a césped húmedo, casi recién cortado, con ese sutil perfume, no desagradable, del olor a faria recién encendida, por fin, me recibiera... 

Pocos, muy pocos meses, cuando aquel mítico recinto en el que jugó el equipo de mi vida... albergó lo que para muchos veteranos seguidores unionistas es considerada como una de las últimas grandes batallas que dirimió la U.D. Salamanca en su historia.

Batalla, porque fue un duelo "a muerte" por la salvación, batalla, porque se midieron dos buenos equipos en una agónica tarde y grande porque en aquel 1983, aquellos grandes partidos que jugaba la UDS se disputaban en campos de primera, cuando todavía la Unión miraba a los ojos, de igual a igual, a grandes rivales; en un tiempo en el que los objetivos no eran los ascensos, si no la permanencia en esa categoría de oro, la primera división, que un día fue la nuestra.

Aquel encuentro, sin tener en cuenta la temporada siguiente 83-84; en la que la UDS casi no tuvo oportunidad de competir en 1ª, por el bajo nivel exhibido durante todo el torneo y que finalmente supuso su descenso a 2ª al concluir la campaña; podría considerarse por tanto, como el último gran duelo que en aquel bien llamado período dorado de la historia de la Unión (1973-1984), se llevó a cabo en el Estadio Helmántico en 1ª división... fue un 3 de Abril de 1983, un U.D.Salamanca - Valencia C.F para la historia.

A falta de cuatro jornadas para el final del campeonato, a aquella 31ª jornada, llegaban U.D.Salamanca y Valencia C.F en el alambre de los puestos bajos de la tabla; puestos que sorprendentemente desde hacía varias jornadas maniataban al equipo valenciano poco acostumbrado a vivir en esas zonas de la tabla.
La Unión llegaba mejor; con 26 puntos era 12º, cinco por encima del Valencia que con 21 ocupaba la antepenúltima posición en forma de tercera plaza de descenso a segunda división, por encima de Celta de Vigo y Racing de Santander. 
De forma, que un triunfo salmantino aquella tarde podría matemáticamente salvarle del descenso y abocar al conjunto de la capital del Turia a un casi irremediable descenso a la categoría de plata.

La sorprendente precipitación en forma de aguanieve, en plena primavera, que recibió a los equipos en la víspera; la ausencia de bajas en la Unión y las estrellas valencianistas con las que se presentaba el club blanco en el Helmántico, ocupaban los titulares de la previa del choque.



Tensión, nervios, ansiedad... rodearon a aquel partido que de poder a poder se disputó en el estadio salmantino, con un público entregado en pos de una salvación que se logró finalmente con la victoria por 1-0 que con tanto de Pérez Aguerri en la primera parte fue irreductible para el Valencia.
Un equipo valenciano que plagado de estrellas; con los Bermell, Carrete, Arias, Tendillo, Botubot, Ribes, Subirats, Roberto, Felman, Pablo y el gran Mario Alberto Kempes en el once inicial; a pesar de su dominio claro durante gran parte del choque; no consiguió empatar, aún disponiendo de claras ocasiones en el segundo tiempo, como un doble disparo al poste, primero de Bezares en propia puerta y luego de Kempes en la misma jugada; o minutos más tarde otro envió a la madera del que años después vestiría la camiseta salmantina, el delantero valencianista Pablo.




Con el final del partido y el final de aquella penúltima gran batalla, el césped se llenó de contrastes; vuelta al campo y cerrada ovación para los salmantinos que en loor de multitudes fueron requeridos por los aficionados charros que no abandonaban sus butacas... y pesar y cabezas bajas en los "ches" pues a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato abandonaron el estadio Helmántico como colistas de primera división y asomándose peligrosamente al abismo de la segunda categoría del fútbol español.


Historias, recuerdos de partidos grandes, cuando lo fuimos, cuando al menos existíamos... en una tarde para no olvidar nunca.
En la que fue la penúltima salvación en primera división de nuestra historia; el mismo día que todo un Valencia C.F con Don Mario Alberto Kempes a la cabeza "lloró" de impotencia en el tapiz de nuestro amado estadio Helmántico.





FUENTES: 
Marca
Video: Dailymotion (ciberche.net)

NOTA: Obligatoria visita, si amáis la historia del fútbol español, de la página ciberche.net; donde en sus enlaces multimedia se pueden disfrutar de infinidad de resúmenes de encuentros del equipo valenciano; incluyéndose algunos otros resúmenes a parte del mostrado, de duelos frente a la UDS de los años 80.


miércoles, 18 de junio de 2014

Si hubiera sabido...

"Si hubiera sabido que aquella era la última vez que te veía salir por la puerta, te hubiera dado un abrazo, un beso y te hubiera llamado de nuevo para darte más. 
Si hubiera sabido que aquella era la última vez que iba a oír tu voz, hubiera grabado cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.
Si hubiera sabido que aquellos eran los últimos minutos que te veía, te hubiera dicho "te quiero" y no hubiera asumido tontamente que lo sabías.
Si hubiera sabido que aquel día era todo lo que nos quedaba, me hubiera gustado decirte cuanto te amaba y que nunca te olvidaría..."

Editado en tiempo pasado de "La marioneta" de Johnny Welch. 1996.


Tomé esta imagen con mi móvil el último día que tuve el privilegio de estar allí, con ella.
Fue una única y espontánea fotografía la que hice sin pensar, casi inconscientemente aquella tarde...
Viví muchas imágenes a lo largo de mi vida siguiéndola, pero desde aquel último partido que presencié y más desde aquel 18 de Junio, de triste recuerdo, del año pasado; no ha habido un solo día en el que ese último cliché, metáfora de una última imagen en mi retina, no se pasee por mi cabeza recordándome el dolor eterno del no haberme podido despedir de ella como merecía.

Te echo mucho de menos U.D.Salamanca

domingo, 18 de mayo de 2014

Un adiós al fútbol junto a Puskas y Gento


La carrera futbolística del que puede ser considerado uno de los máximos goleadores absolutos de la historia de la Unión Deportiva Salamanca, tuvo un colofón digno de su trayectoria.
La imagen, histórica, corresponde al último partido de la carrera futbolística de Maxi (Maximiliano Rodrigo Rodríguez - Salamanca 1939- ); forma con la camiseta de su último club, el Rayo Vallecano y rodeado de estrellas procedentes del Real Madrid, como Puskas, Gento, Manuel Sanchis, De Felipe, Santos, Serena... que formaron aquella tarde con la camiseta rayista cedidos por el Real en homenaje al conjunto de la barriada madrileña con motivo de su reciente ascenso a segunda división. (Maxi agachado tercero por la izquierda, Puskas agachado a su izquierda y Gento a la misma de este).

Fue en un partido frente al Girondins de Burdeos, en el que Maxi completó los 90 minutos y el equipo Vallecano venció por 2-0, al subcampeón francés, con goles de Puskas y Segovia.



Maxi, jugador fundamental e ineludible si queremos hablar de la historia de la UDS, cuya trayectoria culminada en aquel; su simbólico partido final, se inició años antes; como en el caso de muchos jugadores de aquella época, tras un balón y en las calles de su natal ciudad de Salamanca.

Formado en el patio del Colegio María Auxiliadora de la capital charra, sus condiciones atléticas no pasaron desapercibidas y con 18 años inició su andadura en la UDS; descubierto, según contaba hace años en entrevista concedida a El Adelanto (Lorenzo Ruano), por otro antiguo alumno salesiano, el mítico ex-jugador y presidente unionista Dámaso Sánchez de Vega.

En la Unión fueron cuatro las temporadas que defendió la camiseta blanquinegra; con dos títulos de España de aficionados en sus vitrinas, un ascenso a segunda división y la histórica participación con la selección nacional Amateur en 1958, con la que disputó dos encuentros. Mítica fue su temporada 59-60, en tercera división y que culminó con el ascenso en Mendizorroza en la que anotó la friolera de 32 goles en 36 encuentros disputados; lo que a lo largo de la campaña le llevó a las páginas interiores de la prensa nacional deportiva.


Histórica entrevista a Maxi en las páginas interiores del diario Marca 
realizada en Enero de 1960 por el irrepetible Germán Herrero.

Extremo derecho y delantero centro fueron sus posiciones habituales; rematador de cabeza incuestionable, fue recriminado en ocasiones por el Calvario por su teórica frialdad en el juego; aunque sus cifras anotadoras; que en la Unión alcanzaron registros de récord cercanos a la centena, le hacen tener que ser considerado como uno de los máximos realizadores de su historia.

Con la Unión en 2ª división, tras el ascenso en 1960; al concluir la campaña 60-61 y con la permanencia conseguida por el conjunto salmantino en la categoría de plata, fueron varios los equipos que se interesaron por el delantero; finalmente fue el Real Madrid su destino; aunque nunca debutó con los blancos; a punto de ser cedido a la Real Sociedad; finalmente lo fue al C.A.Osasuna como moneda de cambio para el fichaje de Zoco y Félix Ruiz por los blancos.
En el equipo pamplonés disputó tres temporadas, 61-62, 62-63 y 63-64; dos de ellas en primera división, participando en 32 partidos de liga y anotando ocho goles.



Imagen correspondiente a la temporada 61-62. Once del C.A.Osasuna que se enfrentó al Tenerife en el estadio de San Juan. En la imagen Maxi segundo agachado por la izquierda, comparte titularidad con otro ilustre salmantino y ex-unionista; Miche, segundo de pie por la izquierda. VER: De la calle Volta...
Otros ilustres del fútbol español como Zoco, Fusté o Serena también lucen en el once de aquel histórico equipo navarro.

Pensando en la retirada por su vocación médica con tan solo 25 años al concluir su cesión en el conjunto navarro, es rescatado entonces por el Real Madrid que vuelve a cederlo, esta vez al Rayo Vallecano (club vinculado al Real en aquellos tiempos), que militaba en 3ª división, en la temporada 1964-65, y que logró ascender a la división de plata al final de aquella campaña; siendo homenajeado por tal motivo, el 13 de Junio de 1965 en el partido frente al Burdeos que encabeza esta entrada.

Maxi, leyenda viva de aquella U.D.Salamanca que se nos fue; gran jugador; gran rematador y goleador, que desde el amateurismo que era la Unión Deportiva Salamanca de su época; dio gloria al club creciendo como futbolista desde la cantera y debiendo ocupar con toda justicia un lugar privilegiado en el recuerdo, entre los mejores jugadores de su historia.



"En su momento llegar a la Unión fue un honor y una ilusión enorme. Se juntaba todo, ser salmantino, tener una gran afición al fútbol y tener la oportunidad de jugar en la Unión Deportiva Salamanca".

Maximiliano Rodrigo Rodríguez "Maxi"
entrecomillado extraído de entrevista en 
La Gaceta Regional en 1998.

FUENTES:
Diario Marca
Web U.D.Salamanca - Sección de Lorenzo Ruano.
La Gaceta Regional de Salamanca entrevista a Maxi de Fernando Rodríguez.

viernes, 9 de mayo de 2014

Sempre con noi

Pasaban pocos minutos de las cinco de la tarde del 4 de Mayo de 1949 (hace escasos días se cumplieron 65 años) cuando el avión que transportaba a la plantilla del Torino F.C se estrellaba contra el muro posterior de la basílica de Superga en las afueras de la capital turinesa, falleciendo jugadores, directivos, técnicos, tripulación y periodistas hasta completar la lista de 31 pasajeros; la totalidad de los integrantes del vuelo.
Es difícilmente imaginable el sentir, en el drama de un suceso semejante, de los familiares de los fallecidos; del mismo modo que lo fue el de los miles de aficionados que sintieron la profunda tristeza y el estupor del desaparecer en un instante de los integrantes del equipo de sus vidas.

Aquel Torino denominado Il Grande era el mejor equipo del momento, con cinco Scudettos consecutivos con la II Guerra Mundial entre ellos (1943, 46, 47, 48 y 49) y la base de la selección italiana que en poco tiempo debiera haber disputado el mundial del Brasil'50; se esfumó en un instante...
El Torino F.C no volvió a ser el mismo; con un único Scudetto más desde entonces; se siguen añorando hoy a  aquellos que formaron el equipo de su historia.
Los nombres de Valentino Mazzola, Ezio Loik, Gabetto, Maroso, Menti hasta 18... siguen en la memoria de todo buen aficionado granate más de seis décadas después...

Desde hace años sobre las que hoy son las ruinas del viejo estadio Filadelfia donde disputó sus partidos aquel "Il Grande Torino" en la década de los 40; y sobre uno de los muros que sustentaba la tribuna principal del estadio, entre hormigón envejecido, hierros oxidados y los paraavalanchas retorcidos que sustentaron la pasión de la hinchada granata; duerme este emotivo mural para el recuerdo de aquel histórico equipo, que inevitablemente en el silencio de un recinto abandonado sobrecoge aún hoy en día...



Mi equipo no fue nunca el mejor de ninguna época, ni ganó ligas, ni Scudettos, ni formó la base de ninguna selección en la antesala de un mundial de fútbol; pero mi equipo, al igual que aquel, también se fue... y no sólo él; la entidad completa, ya no existe...
No fue la niebla la razón de su tragedia aquel 18 del Junio pasado y afortunadamente (y salvando las distancias) no fueron vidas las que se perdieron en aquel envite del destino, aquel fatídico día del que pronto se cumplirá un año; mi equipo y todo el club, nos dejaron entre papeles en un juzgado, entre montañas de facturas sin pagar, mucha desidia, denuncias e infinidad de miradas para otro lado.

Ayer, al salir de la biblioteca de la facultad de derecho; quise regresar a casa ampliando mi ruta, subiendo por la calle Peña de Francia para acercarme al lugar al que acudo habitualmente en los momentos de flaqueza en mis recuerdos unionistas de esos que sigo teniendo a menudo.
Un mural inspirado en Il Grande; haciendo honor a aquel equipo y entidad insustituibles que desaparecieron hace casi un año; decora una de las paredes que hoy en forma de estación sustituyeron a aquellas tapias que sustentaron el fondo del marcador del viejo campo del Calvario, donde la Unión Deportiva Salamanca jugó durante casi 50 años...
Un mural anónimo que honra a tantos que la integraron durante tantos años y que me sirve desde su desaparición para recordarlos...

¿O estaba soñando?...


SIEMPRE CON NOSOTROS.


FOTO Torino: eldomingoalascinco