...recuerdos de aquel niño que leía los libros de Gil Pérez en el viejo sillón de La Vega, aquellos recortes amarillos en el armario, aquellas tardes en la fría piedra del estadio, aquellos sueños, pensamientos y deseos que tuve desde aquella grada que fue mía, DESDE MI GRADA VIEJA...

martes, 30 de octubre de 2012

1983-84 U.D.Salamanca. Ed.Panini.


Cromos de la UD.Salamanca editados para esta colección:
Escudo nº235, D’Alessandro nº236, Lozano nº237, Equipo nº238-239, Benedé nº240, Pedraza nº241, Herrero nº242, Bezares nº243, Miguel Ángel nº244, Pepe nº245, Martínez nº246, Pérez Aguerri nº247, Enrique nº248, Brizzola nº249, Ángel nº250, Corchado nº251, Abajo nº252.

Nota: Álbum de la Editorial Panini que con nombre Fútbol 84 correspondía a la campaña 83-84, última del periplo de 9 años en la primera división de la U.D.Salamanca.
De dimensiones 24x27 cm estaba formado por 420 cromos adhesivos repartidos para los equipos de primera división en 18 casillas; una para el escudo, 2 para una formación del equipo de la temporada anterior y 15 para los distintos jugadores. Sin dobles cromos ni fichajes.
Los equipos de 2ª división se representaban en forma de escudo y equipo con 2 cromos y como curiosidad la colección se completaba con adhesivos de caricaturas de los principales lances del juego en número de 36 huecos a completar.

La serie que representó al club unionista formada por 15 jugadores presentó bastantes irregularidades que la alejaron de la verdadera plantilla que descendió a segunda división aquella temporada; la presencia en la colección de jugadores que ya no contaron, por sus traspasos, para el entrenador charro Vilanova como Herrero, Martínez, Brizzola y Corchado; y la ausencia de todos los fichajes de aquella temporada como fueron entre otros Antonio Orejuela, Micanovic, Choya, Urrecho o Serafín; hicieron del grupo de jugadores elegido un intento pobre de aproximación a la realidad de la plantilla de aquel lejano ya 1983-84, en el que éste unionista que os escribe empezó a ir al Helmántico.  

La serie blanquinegra se completaba con la imagen del escudo y una formación de la temporada anterior (82-83) formada por dos cromos a unir, en concreto la alineación que pisó el césped de El Sadar como titular el 27 de Marzo de 1983; formando con Tomé, Enrique, Martínez, Bezares, Aguerri y D’Alessandro (de pie); y Benedé, Pepe, Miguel Ángel, Corchado y Ángel (agachados).
Aquel partido acabó con derrota unionista por un gol a cero, gol anotado por el navarro Julio.

sábado, 27 de octubre de 2012

Madrugones

Hasta que en el panorama nacional televisivo no apareció Canal+ con sus partidos matinales retransmitidos en directo en segunda división y aumentaron así su frecuencia de celebración; el domingo por la mañana había sido un horario excepcional en nuestra historia para jugar al fútbol en casa.
Hasta Diciembre de 1996 cuando nos visitó el Villarreal con las cámaras del plus a cuestas para jugar a las 12 de la mañana; sólo habían sido diez los partidos que se habían jugado con el sol cambiado en tierras salmantinas, en los primeros setenta años de nuestra historia.
Sólo efemérides concretas o la coincidencia con otros eventos en las Ferias de Septiembre en honor a nuestra patrona nos hicieron madrugar rumbo al estadio.

Fuente: La Gaceta Regional 1996. Editado.

Otra cosa han sido los partidos matinales como visitantes; inmersos como estamos en una temporada de filiales, equipos canarios y periferias de la capital de España; en la que podríamos alcanzar el record de disputas en las mañanas de los domingos en un solo curso, (hasta más de diez); sin ser una norma, en los años de segunda B han sido sin duda más frecuentes.
En la élite, en cambio, a pesar de querer parecer en la actualidad algo más habituales por culpa de las televisiones, incluso en la primera división, fueron siempre excepcionales…lejos quedan ya los setenta y las extrañezas que manifestaba a la revista Don Balón todo un Jorge D’Alessandro, cuando en 1979 visitaba por primera vez el único bastión tradicional de partidos tempraneros, incluso en la cumbre de la máxima categoría, como siempre y único fue el estadio de Vallecas.



Mañana, por circunstancias de nuestro rival, el C.D.Marino Tenerife Sur y sin Canal+, no queda otra que madrugar hacia el estadio como en aquellas escasas primeras veces que lo hicimos en nuestra historia y comprobar de nuevo, como la habitual sombra de sobremesa sobre la Tribuna del Helmántico cambia de lado para descansar sobre los soleados, casi siempre, asientos de Preferencia…



jueves, 25 de octubre de 2012

Cachicha goleador

Al mismo nivel de otros muchos iconos que en forma de negativos de papel fotográfico se mantienen intactos en la memoria de los que vivimos en el Estadio Helmántico los 80 y los 90, se encuentra para mi, un personaje entrañable.

Me es difícil separar, cuando me pongo a pensar en aquellos años, su figura en los prolegómenos de cada partido, de otros símbolos clásicos de la época; a la altura incluso del marcador digital de acreditaciones, la publicidad azul de Atún Claro Calvo tras las porterías de soportes curvos o las decenas de aviones de papel que descansaban clavados junto a la línea de fondo en aquel entonces.

Cachicha, inolvidable recogepelotas único, suministrador y administrador de balones, mago de los toques sobre el Adidas Tango con el que se recreaba cada previo y descanso de todos y cada uno de los partidos, aquel que cambiaba su ubicación en el descanso para “proteger” la portería visitante siempre y certero goleador.

Sí, lógicamente sé, que nunca marcó un gol en ningún partido, pero recuerdo muchos, muchos domingos en los que los celebró con ellos en el césped; cómo si efectivamente fuera él el que los hubiera marcado.


Pequeño guiño del Blog a un símbolo más de la familia unionista, como es Cachicha; 
con esta imagen tomada por Barroso y publicada por el diario Marca en Febrero de 1997.

viernes, 19 de octubre de 2012

Un equipo grande

Cuando el sentimiento unionista medra en la grada del Helmántico en el descender eterno del tobogán que fue la historia de la UDS de principios y mediados de los 80 y madura en los altibajos de sus finales y los principios de los 90; en ocasiones, sin darse uno cuenta, siente, allá por los noventa y algo, que pasaron los años, muchos como socio unionista y a pesar de haber vivido emociones en los dos sentidos y haber festejado ascensos a 2ª división; tuvo pocas, por no decir ninguna ocasión, de sentirse grande…y no me refiero a grande, en ese sentido poético de los que amamos a un club con historia y sacamos pecho por ello, que siempre me siento; si no grande de ver que los números suman y no restan y que los positivos crecen paralelos a los puntos o que las clasificaciones en el diario del lunes se empiezan leyendo desde arriba y no desde abajo en categorías superiores a la 2ª división B.

Recuerdo que esa sensación de equipo grande la sentí por primera vez en mi vida, en una semana lejana ya, de Diciembre de 1994.
Por aquel entonces, la Unión se había convertido ya en el equipo revelación de la segunda división A y con un equipo de semi-desconocidos jugaba al balompié como hacía años no se había visto en el estadio de los Villares; el equipo acababa de derrotar por 2-3 al Extremadura en Almendralejo y se encaramaba así a una tercera posición en la tabla en la jornada 13ª, ya bien superado el primer cuarto de temporada.

La siguiente jornada, la 14ª, marcada en mi calendario Don Balón de bolsillo desde hacía meses, por eso de remarcar a los rivales “grandes” venidos de primera; nos medía al líder del momento; una U.E.Lleida plagada de jugadores de primera división; que se presentaba en el Helmántico con 19 puntos, dos por encima de la Unión, que tenía el liderato a tiro (con permiso del Mérida que con 18 puntos iba segundo) si con una victoria se imponía al equipo ilerdense…para lograr así un objetivo, el de la primera posición en segunda división, que no se recordaba por tierras charras, desde que los entrenados por Manolo Vilanova lo fueron por última vez en el 81.


Y así, la semana previa al partido transcurrió entre el pensamiento y la ilusión de vivir, por fin, un duelo “grande” y la posibilidad, si se producía una victoria, de conseguir un regalo histórico en forma de liderato, que para un unionismo, como el mío y el de tantos “ochenteros”, constituía un hito al estar por aquel entonces huérfanos de recuerdos de grandeza clasificatoria.

Al final, no pudo ser; los días de ayuda al Club; tan inoportunos como casi siempre hicieron; que lo que debería haber sido una llamada al fútbol de un partido con un objetivo merecedor de una entrada decente; mermó hasta la afluencia de los habituales al estadio…y en un partido espeso, la Unión se vio superada por un señor equipo de fútbol, organizado, defensivo y con puñales a la contra, que me bajaron de la nube de grandeza de un plumazo con un 0-2 incontestable que aún hoy recuerdo.




Curiosamente aquel equipo nunca fue líder aquella temporada en 2ª división, y nunca más tuvo tan cerca la posibilidad de serlo en el resto de la temporada; al final se ascendió en la promoción, no hace falta recordarlo; y aunque en la clasificación siempre hubo alguien por encima de nosotros durante todo el año, en tiempo de coqueteos con los primeros puestos como hoy, como debe ser; en una categoría inferior a la de aquel tiempo…mi homenaje eterno a un equipo, el del 94, que no fue líder nunca en 2ª división A pero al que no le hizo falta para ser y hacerme sentir un grande.

Once que se enfrentó al Lleida aquel lejano Diciembre de 1994

viernes, 12 de octubre de 2012

Miguel, un portero extraordinario


“Si veis que va un balón al área y que un delantero va al remate y sale un puñito, ese es Miguel; si veis un jugador que va de cara a gol, que va a marcar y que cuando chuta aparece un portero, ese es Miguel.”
D.Manuel Soler. Ex Entrenador de la U.D.Salamanca.


Cuando hablamos de pasar a la historia de un club de fútbol son muchos los factores que pueden influir en ello; personalmente creo que hay dos elementos determinantes para dicho cometido; uno, el primero, frío, casi helado; lo son las estadísticas de cada momento de la historia y sus partidos jugados, goles marcados o encajados, títulos…; y otro, el segundo, cálido, caliente, en forma de cariño de la afición al jugador de turno, que complementa a la frialdad de los número y sus decimales; y que juntos de la mano, hacen anidar en los recuerdos a la figura de aquellos que predominan sobre otros, sobre cientos, para hacerse inolvidables y merecer estar en ese capítulo de los libros de historia de un club de fútbol titulado “Leyendas”.
Miguel Benito Hernández (Salamanca 1933) es uno de ellos; querido a rabiar por el Calvario y avalado por sus números y sus memorables actuaciones; debería situarse sin duda alguna en posición privilegiada en nuestra memoria, al mismo nivel que otros guardametas de nuestra historia mejor tratados por el paso del tiempo.
El “pequeño” guardameta salmantino con sus escasos 170 cm, apodado el “lecherín” por sus inicios laborales en una vaquería; defendió los palos de la UDS durante 10 campañas entre 1956 y 1966, en campos de 3ª y 2ª división, levantando también los dos títulos del campeonato de España Amateur conquistados; y siendo capaz de dejar en el banquillo una y otra vez a los porteros “foráneos”, muchos de ellos con cartel, que eran fichados cada temporada.
Miguel supuso el relevo en la puerta salmantina del histórico cancerbero canario Francisco Viera en el 58 y a partir de ahí fueron los Eugenio, Enrique, Sansón, Arturo; incluso el afamado portero vasco Benito Beitia (que en el 61 sólo disputó 7 partidos) los que fueron relegados al banquillo por el guardameta charro; sólo Menéndez fue capaz de provocar parcialmente su suplencia en la temporada 62-63, después de ser fichado por el Sr.Vaquero tras su paso por las porterías del Atlético de Madrid y R.Betis en primera división.
Afamado detenedor de penaltis contaba en 1998 a la Gaceta Regional en primera persona cómo actuaba:”…miraba al delantero y le dejaba más hueco de un lado que del otro y cuando iba a tirar el penalti aún dejaba más espacio. El rival se confiaba y yo me tiraba hacia el lado del balón y lo conseguía parar.”
Diez temporadas, un ascenso a segunda división en dos promociones, dos títulos de España de Aficionados, cuatro participaciones en la Copa de España, casi 200 partidos disputados con la camiseta blanquinegra, más de 14.000 minutos y el cariño de un Calvario entregado a sus guantes del que fue manos y pies en sus salidas por alto y por bajo, hicieron de este pequeño gran portero uno de los más grandes cancerberos de nuestra historia.


 

FOTOS: Las fotos publicadas corresponden a una estirada de Miguel en el estadio de Balaídos en 1963, una salida de puños por alto en Riazor en 1964, una intervención lanzándose a su izquierda en el mismo partido del estadio de Riazor, otra intervención por alto en el Calvario en partido en 3ª división frente al C.D.Salmantino, una intervención por bajo en un embarrado Calvario en partido frente al Orense en 2ª división y una brillante salida de puños en un duelo frente al Sabadell en 1961 en la Cruz Alta. 


Reconocido públicamente ojo derecho del histórico entrenador unionista Manuel Soler que lo dirigió entre 1956 y 1959; y que en entrevista concedida a Lorenzo Ruano, concluía la descripción que encabeza este artículo con un sentido: 
“Miguel era un portero extraordinario”.




FUENTE: Frases entrecomilladas, extraídas de entrevistas realizadas por Fernando Rodríguez y Loren Ruano y publicadas en La Gaceta Regional de Salamanca en 1998 y en la web oficial del club en la sección: “Qué fue de…”

viernes, 5 de octubre de 2012

1975-76 U.D.Salamanca. Ed.Solano/Grafimur.



Cromos de la UD.Salamanca editados para esta colección:
1 D’Alessandro, 2 Aguinaga, 3 Iglesias, 4 Huerta, 5 Lanchas, 6 Rezza, 7 Juanjo, 8 Álvarez, 9 Pita, 10A Víctor, 10B Enrique, 11 Robi, 12A Sánchez Barrios, 12B Galleguillos, 13 Pepín, 14 Muñoz, 15 Rial, 16A Chaves, 16B Pérez.

Nota: Cotizada colección de cromos, por la dificultad para completarla en la actualidad, que para la temporada 1975-76 editó creaciones Solano e imprimió Grafimur con los cromos de los jugadores de primera división de aquella temporada.
Colección numerada en la que los 18 equipos de primera contaban con 16 huecos cada uno a rellenar con los cromos de cartón de las imágenes de los jugadores de sus respectivas plantillas. En algunos equipos el número de cromos editados superaba los 16, por lo que varias imágenes compartían número y podían ser colocadas en el mismo hueco del álbum. En total la colección supera las 300 imágenes.

En el caso de la U.D.Salamanca fueron 19 los cromos publicados y en las casillas 10, 12 y 16 se podía elegir entre Víctor o Enrique, Sánchez Barrios o Gallegullos y Chaves o Pérez respectivamente.
Como curiosidad y a pesar de que el orden de aparición de los equipos en los álbumes ha sido tradicionalmente el alfabético; en este fue la U.D.Salamanca la que lo estrenaba, ocupando la primera página del mismo e inaugurando la numeración del álbum con el 1 de D’Alessandro.
La serie del club unionista, amplia en esta colección, se aproxima fielmente a la plantilla de la UDS de aquella temporada, los 19 jugadores con cromo participaron habitualmente en los onces y sólo se echan de menos como principales ausencias a Ameijenda, Bustillo, Lacasa y Rodri, que no tuvieron imagen de cartón, aunque sí jugaron partidos aquella campaña.